sábado, 21 de agosto de 2010

Pueblo chico, infierno grande : La intrusa- primera parte


Antes de bajar el sol, una vieja camioneta cruzó la tranquera que separaba el cuadro del campo.
Los perros nerviosos y contentos se cruzaban al reconocer al conductor, mientras unos silbidos, desde la casa intentaban alejarlos de los recien llegados.. 
Es el patroncito, dijo una voz.
- no viene solo…llega con compañía …!!_..vamos , vamos ayuden che..!!-
Apenas pusieron los pies en el rancho, el joven abrió la puerta para que una nerviosa muchacha, le diera una pesada valija que llevaba, y con vos suave pero muy llena de autoridad la invito bajar y entrar en la casa.
Cuando por fin lo hicieron, Raúl, pasó la mano sobre la menuda estampa de la joven que a duras penas tendria 16 años y la dirigió al que pareciera, fuera la figura principal de la casa; un hombre de aspecto dulce que al chocar con la mirada del muchacho soltó una pequeña sonrisa que invitaba a acercarse… 
-¿Cómo ha estado hijo?,¿ ahora entiendo por que se tardado tanto en volver a su casa..? Es bien linda la muchacha ...río..-
Era Don Latanzio, dando una calurosa bienvenida a su hijo....pasen , pasen ¡! No se queden afuera con este frío..!!..
-Usted a de ser la famosa María,agregó..¿ no? Adelante muchacha,no tenga miedo, .. Esta en su casa pues..!! –
-Si, gracias señor, respondió  la joven…que miraba y ensayaba con sonrisa nerviosa y sincera.
Sin embargo en el fondo de la habitación, se hallaba una mujer vieja, ya de cutis duro que al chocar con sus ojos la penetraron, paralizandola de continuar acercándose a saludarla , mientras que una mano la tomaba para hacer lo contrario..
-Maria...¿vez aquella? es doña Juana …!mi madre ..!- dijo Raúl, ¿como ha estado, madre?.. cuanto la  extrañaba..!! 
-Vea madre , esta es María, la joven de la que tanto le he hablado!!..estoy seguro de que las dos se llevaran muy bien…y sin más las junto a las dos entre sus brazos quedando una a merced de la otra..
Echas las presentaciones forzosas del caso, la vieja mujer busco la manera de salirse de semejante situación y corrió a tomar la vieja valija que María llevaba…
-Venga,  dijo... pase a la pieza. Seguro va querer refrescarse…-
Maria asintió con la cabeza y la siguió por un pasillo apenas iluminado por un farol.
El olor a humedad era pesado, las sombras que ellas mismas proyectaban eran fantasmagóricas, pero aquella  mujer lo era aun más.
Atrás quedaban voces que sonaba amigables y reían obviamente al volverse a ver .
María en cambio, accedió a la que sería su recamara de recién casada…
El mobiliario era una vieja y descalabrada cama , estantes lleno de diarios, revistas y de mantas tejidas seguramente por la figura que la acompañaba..
Doña Juana depositó la valija en su cama y sin mediar palabra se marchó dejándola sola en la habitación. 
Cuando por fin pudo, apuro las manos tratando de desprenderse de su polvorienta ropa, no quería estar sola allí Deseaba reunirse pronto con las risas que escuchaba a lo lejos y el fuego que la recibió.
Esperaba que su esposo la hubiese acompañado pero trato de entender la situación , aunque claro se sentía vulnerable.. y eso que la noche recien empezaba ...